Hablar de envejecimiento desde un enfoque psicológico en pleno siglo XXI, es un tema de gran relevancia y no se debe simplemente al aumento de la esperanza de vida y por ende de la longevidad; siendo necesario e incluso urgente el desarrollo de profesionales que estén a la vanguardia tecnológica, profesional y ética para trabajar de manera eficaz, promoviendo la calidad de vida del adulto mayor.

Vamos a un sentido de humanidad en lo más profundo de la palabra. La sociedad en general necesita de personas más activas que proclamen el derecho hacia una ancianidad más activa y este libro va enfocado a que individuos; especialmente, los más jóvenes se orienten y traten de ser altruistas en esa población ciertamente olvidada. Para esto, permítanme introducirlos en dos principales conceptos en los que se sustentan este texto. En primer lugar, el envejecimiento entendido como un proceso que ocurre durante el transcurso del ciclo vital; el mismo que no debe ser confundido  con el termino vejez que se refiere en sí a un estado de la vida misma. Tanto la vejez como el envejecimiento son criterios de estudio psicológico debido a que forman parte de la esfera biopsicosocial del ser humano.

En segundo lugar, la Psicología definida como la ciencia que se dedica en resumen al estudio del comportamiento humano, de la mente (en algunos textos se referirán como psique) y de las diferentes funciones superiores que mantienen consciente nuestra realidad en el medio externo donde nos desarrollamos y experimentamos lo que llamamos vida.